jueves, mayo 19, 2005

Ella que mira

A veces, la niña de los ojos grandes, mira. Y su mirada diluye toda la realidad, la cambia, la transforma... hace que deje de estar fuera, y que sólo exista a traves de sus ojos, esos ojos claros, enigmaticos, eternos como jamás vi.

A veces, la niña de los ojos grandes, mira. Y es una necesidad plegar las velas, atarse al mástil, y cerrar los ojos, aunque sangren, para evitar su mirada de sirena.

Quizá hoy, la niña de los ojos grandes, mire hacia esta torre llena de letras. Tal vez en ese momento todo cambie
todo se llene de palabras nuevas.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

pues mientras mira y no mira la niña de los ojos grandes... yo voy dando un vistazo.
Hago mal? jeje.

Anónimo dijo...

De vez en cuando me acerco a Babilonia que me recibe con sus preciosos ladrillos azules. Prometía mucho con su avenida de las procesiones y sus jardines colgantes, pero el interior no hacía justicia a su apariencia. Se quedaba a medias.
Faltaba la torre de babel que no estaba dentro, ni tampoco fuera, estaba escondida en otra dimensión. Invisible en un mundo al que no todos pueden acceder, la puerta es pequeña y la cerradura parece imposible. pero lo he encontrado y las cosas parece que tienen sentido por un momento. Aqui está la parte que me faltaba.
Me han gustado las soledades de babel. Son unas soledades en las que los sueños hacen eco y se reproducen en él bailando por el infinito.Un rincón donde sentarse un rato a pensar.

Anónimo dijo...

Me gustaria ser tu niña de los ojos grandes, poder hacerte sentir todo eso que describes en tus versos. sentimientos con los que me he sentido identificada en ocasiones; pero se que no me dejarias hacerlo... jamás seré tu niña de agua, ni la luna hacia donde vuele el dragón, ni el cielo al que llamarás "mi cielo"...simplemente yo quedare sola, agarrada a tus versos, esperando la hora en que llegue mi dragón. (creo que acabo de... crepar?)

Perrolobo dijo...

No, no crepaste... para crepar es impresciendible dar la cara... un anónimo no cuenta. Sobre todo si es tan desconcertante... ...

Anónimo dijo...

Que la vida no es tan larga, ni tampoco tan amarga, como quiere hacerla el que aquí reza...
Es tan sólo un pulso, un instante, que se muere y que se aleja, y que habrías de beber como si tuvieras la boca seca...
Yo se bien que es dolor, pues de dolor estoy hecha, mas cada día asoma en mí una sonrisa nueva...

Déborah 21:59 26/07/08