viernes, marzo 18, 2005

Los Lobos

Erase que se era una manada lobos, en ella vivía una hembra joven de muy poca jerarquia y no demasiado integrada con su grupo. Un dia cualquiera sin previo aviso aparecio un extraño, joven tambien, como ella, sin manada y solitario. El joven lobo intentó acercarseles, pero sólo recibia mordiscos, gruñidos y revolcones, no le querian alli, no era su sitio.

El joven lobo no sabia estar solo, asi que insistia e insistia. Mientras, la lobita, le miraba constantemente.

Un dia en el que los lobos habian cazado una presa y mientras que los mas poderosos comian, entre gruñidos y disputas, la ración correspondiente a su rango, apareció de nuevo el extraño.

La joven hembra aún esperaba su turno de comida, algun despojo mínimo que poder llevarse a la boca una vez hubieran terminado los machos y las hembras mas viejas de devorar los restos. Entonces le vieron, ellos no podian permitir que un extraño se inmiscuyera en su comida asi que se lanzaron a por el como lobos que eran, le atacaron, le rodearon, soltaban sus dentelladas... entre gritos y lloriqueos el joven lobo se rindió sobre su lomo.

Ella no le quitaba ojo, y aunque parezca imposible se podian leer muchas cosas en su cara. El joven solitario se marchó con las orejas gachas, avergonzado... y... de pronto... la joven hembra salió detras de el, se paró en un alto, miro atras, a su familia y se marcho corriendo tras sus pasos.

Los dos juntos corrieron por las praderas, trotaban entre flores, ella disfrutando de una libertad que jamás había vivido en su manada, el feliz por su compañia. El joven lobo la trataba exquisitamente, casi se diria que con delicadeza. .-"Sigueme... ven"- Parecia que decia, y ella trotaba junto a él. Entre juegos y bromas llegaron a una playa solitaria, donde yacia un pequeño cetaceo, no recuerdo si delfin o marsopa, que habia encontrado muerto un tiempo atras. Se le veia presumir frente a ella.- "¿Ves? Tengo comida, lo he cazado yo... soy un gran cazador, yo te conseguire toda la comida que necesites... ven... come... no tengas miedo"... entonces... los dos... empezaron a comer... juntos, sin gruñidos ni peleas, sin ordenes jerarquicos, sin prisas... tranquila y placidamente. Dicen que cuando un lobo comparte su comida, es que se ha enamorado. Dicen que si un lobo se enamora, es para toda vida. Y asi empezó una nueva manada en medio de la primavera.

Por supuesto el no volvió a conseguir una presa como aquella, es dificil para un lobo solo e incluso para dos, pero era primavera y los ratones abundaban... asi que... felices entre las hierbas, flores y amapolas pareceia que se decian... "yo contigo, pan y cebolla".

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