sábado, octubre 18, 2008

Cuentos de un SMS (II)

Aquella mañana me despidió con un beso triste y seco. Nunca más la volví a ver, ni olvidé el olor de su pelo. Hoy hay una llamada suya perdida en mi teléfono

1 comentario:

Anónimo dijo...

La vida es caprichosa y sorpresiva, pero existimos gracias a ella.